Ana, una experta invencible que lleva entrenándose en las montañas desde su infancia, se vio obligada a bajar a la montaña a causa del matrimonio sustituto, y quedó deslumbrada por la tecnología punta que nunca antes había visto, y pensó erróneamente que todas las personas que había bajo la montaña eran fuertes y peligrosas. Pero cuando llega a casa de Rafael, descubre que el objeto de su compromiso, Juan, ya yace en un ataúd, y ¿cómo puede comer y beber sin su marido bajo la montaña? Ana saluda con la mano, ¡no finjas, tengo contactos en el infierno! Después de besar y salvar a Rafael, Ana se embarcó por completo en el camino de la comida y la bebida.